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Cuando una persona es diagnosticada con una enfermedad como el cáncer, se genera un momento complejo en la vida del paciente y su familia, en donde ocurren diversas reacciones, implicando toma de decisiones y cambios en los estilos de vida.
En un paciente con cáncer se pone en juego la percepción y creencias que se tiene de la enfermedad, las implicaciones que conlleva según su tratamiento y pronóstico, las estrategias de afrontamiento que utiliza el paciente, sus características de personalidad y la calidad del soporte emocional que le es proporcionado al paciente desde su familia, amigos y personal médico.
Es de vital importancia brindarles a estos pacientes y su familia una valoración integral, que incluya una evaluación y/o terapia psicológica, para generar un espacio que les permita una tramitación de emociones, miedos, angustias y elaboración de duelos durante o después de su tratamiento.
Al igual que en pacientes diagnosticados con cáncer, en las mujeres con cáncer de mama se evidencia un periodo de ajuste que puede tener características ansiosas, depresivas o mixtas. Estas manifestaciones son respuestas que protegen al psiquismo de los desafíos ante el diagnóstico de alto impacto, que debe ser acompañada por profesionales para identificar cuando esta defensa pasa de ser adaptativa a patológica y requiere de otra intervención.
Sumado a este proceso psicológico de adaptación en mujeres con cáncer de mama, por tratarse de un órgano íntimamente relacionado con la feminidad y sexualidad trae secuelas importantes en especial en su autoestima, imagen corporal, relación con su familia, pareja y entorno social.
Las manifestaciones durante este proceso usualmente son el rechazo hacia visualizarse, ocultar su cuerpo; sentimientos de vergüenza ante actividades cotidianas que les deje al descubierto su enfermedad; cambio en su forma de vestir, dificultades en la sexualidad e intimidad con su pareja; cambios en su forma de pensar respecto a la maternidad, diferencias en la forma de relacionarse con otras mujeres tanto de la familia como amigas, entre otras. Estos cambios se presentan de forma diferente en cada mujer, ya que esto varía de acuerdo a la representación psíquica, creencias culturales, cambios físicos y sintomatología relacionada con el tratamiento ofrecido
Recordemos que las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama necesitan tiempo para restituirse, crear una nueva imagen de sí mismas que incorpore la experiencia vivida y sus cambios corporales.
En la Clínica El Rosario se ofrece al paciente y su familia una atención integral en donde se incluye una intervención psicológica que contemple el manejo de los problemas psicoafectivos, reestructuración a nivel familiar y social promoviendo el bienestar físico y emocional del paciente con cáncer.
ELIZABETH MUÑOZ LONDOÑO
Psicóloga – Magister en Psicología Clínica
Clínica el Rosario
Actualizado: 23/10/2020
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