Los edulcolorantes - Mitos y verdades

Los edulcorantes en general son sustancias que sirven para endulzar los alimentos y bebidas. Pueden ser de origen natural o artificial.

Los artificiales son aquellos que proporcionan el sabor dulce del azúcar, pero sin el aporte calórico de esta, por lo tanto pueden ayudar a bajar de peso y al manejo de enfermedades como la diabetes.

El término azúcar se usa para describir una amplia gama de compuestos que varían en dulzor y son de origen natural. Los azúcares comunes abarcan: la glucosa, la Fructosa (azúcar de las frutas), la galactosa, la sacarosa (azúcar de mesa común), la lactosa (azúcar de la leche) y la maltosa (producto de la digestión del almidón).

Es importante conocer algunas diferencias y mitos acerca del uso de los edulcorantes artificales y el azúcar, algunos de ellos son:

¿Los edulcorantes artificiales causan cáncer?

No. Anteriormente se consideraba que el ciclamato y la sacarina causaban cáncer, sin embargo estos estudios se hicieron en roedores a dosis mucho más altas de las que consume un humano y por mecanismos que solo se presentan en las ratas, por lo que se reconsideró esta afirmación.

¿Los edulcorantes artificiales saben diferente al azúcar refinado? 

Los procesos que sufren estas sustancias modifican su sabor, algunas son más parecidas al azúcar que otras. En la mayoría de los casos, el edulcorante tiene un poder endulzante cientos de veces mayor al azúcar normal por lo que se necesita muy poco sustituto para lograr el mismo nivel de sabor. Algunas personas pueden experimentar un sabor amargo después de su consumo.

¿Pueden causar obesidad?

Los edulcorantes naturales aportan calorías a diferencia de los artificiales. El azúcar refinada o de mesa tiene alrededor de 16 calorías por cucharada pequeña, por lo tanto su uso debe ser limitado o evitado en personas diabéticas o con sobrepeso. Los artificiales no aportan calorías, por lo tanto no contribuyen a la ganancia de peso.

¿Los edulcorantes causan adicción o ansiedad?

El exceso de azúcar refinada puede causar ansiedad en los niños, pero los edulcorantes no tienen este efecto. Sin embargo, no se recomienda agregar endulzantes en los alimentos de los niños, ya que estos se asocian a un mayor consumo de azúcar en la edad adulta, lo cual los predispone a desarrollar obesidad, diabetes y otras enfermedades metabólicas.

¿Pueden causar caries?

Los edulcorantes artificiales no perjudican la salud oral que conduce a las caries, esto es debido a que sus componentes no son propicios para el crecimiento de bacterias. Por el contrario el azúcar natural de caña, que se utiliza en productos tales como dulces, es propicio para la producción de bacterias en la boca que conducen a la placa bacteriana y a las caries dentales.

¿Los niños y las embarazadas pueden consumirlos?

Durante muchos años se evitó que los niños y las embarazadas consumieran sustitutos artificiales de azúcar ya que se creía que afectaban al desarrollo de los niños y producían cáncer, sin embargo, actualmente no hay pruebas de que causen alteraciones. Solo se recomienda que el consumo sea poco y de preferencia usar edulcorantes naturales como las frutas y la miel, controlando su ingesta en sobrepeso, diabetes u obesidad.

Conclusiones

Cada día el consumo de edulcorantes sean naturales o artificiales va en aumento, ya que están incluidos en múltiples bebidas y alimentos industrializados. Los artificiales mantienen la palatabilidad de la dieta permitiendo reemplazar el azúcar refinado de muchos alimentos y así reducir el aporte calórico de los mismos. Sin embargo aunque los estudios no muestran efectos secundarios a la salud, es importante hacer un llamado a lo natural, al consumo de alimentos como frutas, verduras y vegetales, a la disminución del azúcar añadida a los alimentos y a la práctica de hábitos saludables y dietas balanceadas.

Acostumbrar nuestro paladar al sabor original de los alimentos es quizá la mejor recomendación y herramienta para luchar contra enfermedades que van en aumento como la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, no sólo por nuestra salud sino por la de nuestros hijos y las generaciones futuras. 

Artículo escrito por:

Dra. Ana Cristina Gómez García

Médica Nutrióloga 

Para Revista MediK - Clínica El Rosario