Como todo en nuestros organismos, nuestro sistema respiratorio va teniendo cambios en la medida que va pasando el tiempo (en los bebés es necesario llegar a una "madurez pulmonar" para poder vivir por fuera del útero de la madre). Luego todo el sistema sigue creciendo y especializándose hasta el final de la vida infantil y después a partir de los 30 años comienza un lento camino en descenso, perdiendo capacidad para expulsar aire. Este desarrollo se puede afectar al estar expuestos a diversos contaminantes ambientales que en los niños se va a manifestar como aumento de infecciones respiratorias, dificultad en el tratamiento del asma, y en los adultos, en una pérdida acelerada de su capacidad pulmonar, mayor riesgo de gripe, desarrollo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón y neumonías.
Son muchas las actividades preventivas que podemos realizar para generar un impacto positivo en el estado de nuestra salud. Hay unas muy sencillas, que podemos considerar "actitudinales" y son:
- Humo lejos de nuestra vida: Alejarse de fumadores pasivos y activos, del humo de leña, derivados del carbón y petróleo, contar con buena ventilación en las cocinas y preferir la energía eléctrica o el gas para cocinar.
- Ejercicio: Realizar ejercicio al menos tres veces por semana, treinta minutos diarios con estiramiento y calentamiento al iniciar y al terminar, nos permiten mantener nuestro cuerpo activo y saludable.
- Gripe a metros: La gripe es una de las enfermedades infecciosas que más alto riesgo de contagio existen, por eso quienes tengan sus síntomas deben evitar al máximo el contacto con personas sanas, estar aislados los primeros días de enfermedad que son los más contagiosos, usar tapabocas y lavado de manos.
- Vacunas: hay evidencia de múltiples trabajos científicos, que la vacunación anual contra influenza y neumococo busca disminuir en forma considerable el riesgo de muerte y hospitalización. Antes se disponía de vacunas cuya recomendación de uso era de cada cinco años, pero una vacuna reciente permite que sea utilizada una sola vez en la vida.
- Consulta médica periódica: Esta es muy útil, ya que permiten llevar un control de muchas de las enfermedades que pueden ir apareciendo en el tiempo, lo cual permite intervenciones tempranas que son mucho más eficaces.
Puntos de alerta: hay algunas condiciones que las personas no deben dejar pasar por alto, y cuando sean detectadas deben llevar a una consulta médica prioritaria para realizar los estudios pertinentes. Entre las cosas más importantes están:
- Dificultad respiratoria: Especialmente al caminar, subir pendientes o escaleras, al hacer ejercicio o al hacer actividades de trabajo, de la casa o incluso al vestirse o bañarse.
- Tos persistente: Cuando se tenga tos por más de dos semanas consecutivas y en especial si es con producción de esputo (moco, flema, catarro).
- Sangre: La aparición de sangre al toser, en especial si es pura, nunca es normal. Se debe consultar lo más rápido posible, incluso por urgencias si es en abundante cantidad.
- Dolor torácico (de pecho): La aparición de dolor en forma súbita o la presencia de dolor de intensidad creciente que no mejore con medidas sencillas como acetaminofén.
- No mejoría con los inhaladores: Se debe tener presente que el uso de los inhaladores no es sencilla y requiere una explicación especial para su correcto uso. Si el problema persiste es muy importante una nueva consulta con el médico para definir si hay que hacer cambios en el tratamiento o nuevas ayudas diagnósticas para aclarar la situación.
Lo más importante es entrar en la cultura del autocuidado, consultar tempranamente y sin pena. Cuando las enfermedades se diagnostican temprano, más sencilla es su solución.
Dr. José William Pulido Junco
Médico Neumólogo
Clínica El Rosario, Sede Tesoro
Torre Médica - Consultorio 1011
Teléfono: 6043099
Actualizado: 17/11/2020