El cáncer de mama es el cáncer más común de las mujeres en todo el mundo, afecta a más de un millón de mujeres nuevas cada año y ocasiona alrededor de 250.000 muertes. En Estados Unidos se presentan 230.000 casos nuevos por año y 40.000 muertes. En Colombia afecta a 8.000 mujeres al año y ocasiona cerca de 3000 muertes.
En los países industrializados se ha reducido la mortalidad por esta enfermedad gracias a los diagnósticos en estadios tempranos antes de que haya manifestaciones clínicas, lo cual ha sido posible con el uso masivo de la mamografía de tamización o screening.
Manifestaciones clínicas
Es ideal hacer el diagnóstico antes de que se presenten síntomas o signos ya que la posibilidad de curación se relaciona directamente con el estadio al momento del diagnóstico. En estadios iniciales I y II la curación está por encima del 70%, mientras que en estadios avanzados es significativamente más baja.
Cuando se presentan manifestaciones, lo más común es la masa palpable en la mama, cambios en la piel, secreciones anormales por el pezón, masas en las axilas, etc.
Con base en esta información se ha recomendado el autoexamen para mujeres de más de 20 años, el cual se debe realizar cada mes en la semana que sigue al período menstrual, cuando los senos no son tan sensibles y se puede realizar el examen de forma adecuada. Un objetivo importante del autoexamen es que cada mujer reconozca las características de sus senos, su nodularidad fisiológica y su textura para que al momento de detectar algo anormal, ya sea una masa dominante o una secreción anormal por los pezones, consulte oportunamente a su ginecólogo para que inicie el estudio adecuado para el diagnóstico y el tratamiento. Es importante resaltar que el autoexamen no debe causar ansiedad o angustia a las mujeres para no sobrevalorarlo, ya que la mayoría de las lesiones de la mama son benignas y así en conjunto con su ginecólogo darle importancia a lo que realmente lo amerite de la manera más académica posible sin abusar de las herramientas de diagnóstico que pueden ser costosas y molestas y sin omitirlas cuando sean necesarias.
Factores de riesgo
El 90% de los casos de cáncer de mama son esporádicos, es decir, no se relacionan con la herencia. Menos de 10% de los casos se atribuyen a la herencia y en estos casos la mutación genética más frecuente se encuentra en los genes BRCA1 y BRCA 2. Sólo se debe buscar esta mutación en las familias donde hay varios casos de cáncer de mama y/o ovario, especialmente en mujeres premenopáusicas y no en la población general.
Los factores de riesgo más asociados son la edad (mujer postmenopáusica), la obesidad, la nuliparidad, el uso de terapia hormonal en la menopausia, la menarca temprana y la menopausia tardía, etc. Como se puede observar, estos factores de riesgo no son fácilmente modificables por el médico o la paciente ya que son inherentes a cada mujer, de ahí que la prevención de la enfermedad sea muy difícil, salvo lo que se puede hacer en control del peso, los hábitos del deporte y la vida sana. Lo que si podemos hacer juntos, pacientes y médicos, es un diagnóstico temprano basado en autoexamen desde los 20 años, examen clínico y autoexamen desde los 40 años y mamografía de tamización desde los 50 años en la población general o antes en casos de historia familiar o factores de riesgo altos.
La Clínica el Rosario cuenta con el recurso humano y tecnológico para ofrecer a todas las pacientes la última tecnología para el diagnóstico y tratamiento de la patología mamaria benigna y maligna, que garantizan los mejores resultados con los estándares internacionales de calidad.
Dr. Germán García Soto
Ginecólogo Oncólogo
Clínica El Rosario